La Fuente del Colodrillo

Esta fuente era conocida y muy utilizada por la gente del pueblo porque a sus aguas ferruginosas se les atribuían propiedades medicinales. Pero hace ya muchos años que nadie hace uso de ella y hasta es muy probable que el camino que bajaba desde el pueblo hasta la fuente haya desaparecido tapado por la vegetación circundante. Pero ¿por qué se utilizaba antes y ahora no? La respuesta es sencilla, no hace aún 80 años que la sanidad no era “universal ni gratuita, no había Seguridad Social, médico, ni medicinas para todos” y la gente tenía que buscar la cura de sus males con remedios caseros, plantas, hierbas medicinales y todo lo que encontraba en la naturaleza. Pues bien, uno de esos remedios eran las aguas ricas en hierro de la fuente del colodrillo.

La gente bajaba con uno o dos cantarillos a la fuente, que se localizaba cerca del río y bajo el saliente de una gran roca, que a su vez se empotraba en una pared de dura risca. Una vez allí, llenaban de agua sus vasijas y emprendían el camino de dura pendiente para regresar al pueblo. Pero en más de una ocasión a alguna de aquellas personas que iban a la fuente les sucedía algo tan extraño que las dejaba entre incrédulas y sorprendidas. Cuando llegaban al pueblo y ya en su casa lo explicaban a las vecinas o a quién quisiese escucharlas.

Es cierto que todos los relatos tenían algunas diferencias, pero también lo es que coincidían en lo esencial: “Todos afirmaban que cuando estaban llenando el cantarillo de agua si miraban con atención a la poza de piedra donde caía el agua de la fuente, veían que en el fondo había algo que brillaba y relucía como si de una joya o piedra preciosa se tratase. También coincidían en que aquellos que metían la mano en la poza para coger aquel objeto brillante a todos les sucedía lo mismo: un animal (para unos una serpiente pequeña, para otros una rata,…se movía rápidamente, les rozaba la mano y les impedía cogerlo, provocándoles un sobresalto (susto) tan grande que al levantar la cabeza para retirarse siempre se daban con el saliente de la roca en todo el colodrillo”, acabando más de uno aporreado. 


Por este hecho tan particular a la fuente se la llamaba así, “Fuente del Colodrillo” por los muchos golpes que los lugareños se habían dado en esa zona de la cabeza.

Por lo que respecta a “la o las joyas” que había en la fuente y que tan celosamente guardaba aquel misterioso animal, nada se ha sabido nunca de ellas. Es posible que sigan en la fuente, al igual que también lo es, que alguien consiguiese hacerse con ellas. Pero si fue así, no lo dijo a nadie y se sigue manteniendo el misterio.



Trigo por Oro.

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