San Marcos

Origen de la fiesta: Tras la expulsión de la población morisca en 1570 y la repoblación con cristianos viejos, resulta trascendental para los recién llegados configurar la localidad en función de sus necesidades materiales y espirituales.

Ante la necesidad de escoger un santo como protector de la nueva comunidad y viendo que Lugros era fundamentalmente un pueblo agrícola y ganadero, decidieron que San Marcos era el más adecuado por los poderes que se le atribuyen en la protección de cosechas y animales (en ocasiones se le representaba acompañado por un toro). Por este motivo será elegido como el más capaz para velar por su protección y sustento.

San Marcos sería su benefactor y protegería sus cosechas de: la langosta, de los turbiones, de las sequías, del granizo, de las tormentas y de cualquier otro fenómeno de la naturaleza que pudiese destrozarlas. En pago a su protección, en su onomástica, los vecinos le harían una fiesta de misa y procesión, le guardarían un riguroso ayuno desde el día anterior y al terminar la función religiosa repartirían una caridad de pan (roscos) y potaje de garbanzos para todos los habitantes del pueblo y los foráneos que se encontrasen allí ese día.

Esta es la razón por la que San Marcos, no siendo el patrón de Lugros, tiene las mayores fiestas que se disfrutan en el pueblo.


La Fiesta de San Marcos.

Los encargados de organizarla son dos vecinos del pueblo, “los mayordomos”, que tenían la obligación de:

  • Ir a las eras y recoger la limosna de cereal (trigo, cebada, …), legumbres (garbanzos, judías,…).
  • Hacer rifas y pedir por las casas.
  • Pagar la fiesta y la comida que se hace el 24 y 25 de abril (onomástica del santo) con todo lo recaudado.

Durante los días de la fiesta se reparte entre los asistentes chocolate, refrescos, bocadillos, pasteles y frutos secos. Pero lo más típico es la degustación que se hace el día 24 del tradicional “Potaje de San Marcos”. El potaje se reparte gratuitamente a todos los asistentes (ya sean del pueblo o forasteros). Se suele comer en fuentes colocadas en largas mesas situadas en la plaza, en una carpa o en el salón parroquial.

Otro de los actos más llamativos de la fiesta es la entrega y lanzamiento de los “Roscos de San Marcos” que se realiza el día 25. Estos son bendecidos por el párroco y se entregan a los que han asistido a la misa. Después de la ceremonia, los “Sanmarqueros” provistos con varios sacos de roscos salen a la puerta de la iglesia y desde allí lanzan su contenido a la multitud que se congrega en la plaza.

Según la tradición (si se guardan) estas rosquillas de pan sirven para aliviar los estragos que pueden causar las tormentas. Sobre todo en verano y en los días de tormenta se colocaba en las ventanas algún rosco guardado durante el año para que el santo protegiese la vivienda y las cosechas.

En el pueblo también se dice que San Marcos es el “rey de los charcos” y es que en esta época del año las lluvias son muy beneficiosas para las cosechas. Es el momento crítico, sobre todo si estas son de secano, pues del que llueva depende el que sean buenas o muy buenas y si no lo hace, que sean malas o muy malas.



Trigo por Oro.

Otra de las historias que recuerdo hace referencia a un molino ya desaparecido hace muchos años. Se trata del molino “El Tío Bueno” ( entend...