El Chisco es una gran hoguera que se hace en calles, plazas y lugares abiertos para evitar incendios fortuitos. Para el chisco se emplean ramas, tomillos, sarmientos, troncos,..., recogidos para tal fin por familias, vecinos, e incluso por un barrio entero la tarde o mañana de la víspera del Santo. (En el chisco también suelen quemarse enseres y trastos viejos para limpiar lo viejo, lo malo y así abrir la puerta a lo nuevo y bueno. Las hogueras han sido siempre sinónimos de quemar lo malo, reminiscencia de las antiguas culturas paganas que encendían grandes hogueras para ahuyentar a los malos espíritus, protegiendo así a los animales y ganado de sus pobladores).
Los chiscos se encienden al anochecer y van acompañados de música, petardos, cohetes y, por supuesto, nunca falta la buena comida y el mejor vino para calentar el cuerpo, ya que en esta época del año suele hacer bastante frío en el pueblo. Mientras arde el chisco normalmente se consumen productos relacionados con la matanza del cerdo. También se mantiene la tradición de probar la nueva añada del vino del país.
En Lugros los chiscos se celebran tres veces cada año y, aunque en su origen tales acciones se realizaban para invocar la protección de tres santos sobre mujeres, niños y animales. Actualmente son pocos los que recuerdan este objetivo, y la mayoría, por no decir todos, lo han olvidado y cambiado por otro mucho más lúdico y festivo.
Los chiscos se encienden:
- El 16 de Enero víspera de San Antón (Conocido como el patrón de los animales, y cuya bendición otorgará a estos salud y bienestar para todo un año).
- El 1 de Febrero víspera de La Candelaria (Protectora de los niños y de las mujeres que acababan de ser madres).
- El 2 de Febrero víspera de San Blas (Médico y Obispo que era conocido por obtener con su intercesión, curaciones milagrosas en las personas. Según la leyenda, también se le acercaban al santo los animales enfermos para que los curase).
Los chiscos no son exclusivos de quién los enciende, sino que cualquier persona es bienvenida al calor de la hoguera. Normalmente los jóvenes recorren las diferentes fogatas para comparar y participar de lo que en cada una de ellas se reparte.
Se cree que esta tradición viene del S.XVI, con la llegada de los nuevos pobladores castellanos que profesaban devoción a estos santos. Posteriormente se consolidó (sobre todo en el S.XIX) gracias al impulso de ganaderos y pastores.
